Entre cajas y amigos, un Uber y seis bolsas de ropa llegué al nuevo departamento, algo pequeño, sencillo, céntrico y sobretodo mío. No tanto, tengo roomie. Pero es amigable, todavía. Unos padres nada felices de irme de nuevo, esperando ahora si sea la buena, y me acomode y estabilice.
Un perro que me espera todos los días, creo que es lo más difícil de vivir sola, dejarlo fue lo más doloroso, ¿Cómo le explicas? Tendrá que acostumbrarse. Tendré que acostumbrarme.
Cajas, muebles, colchón, escritorios, pizarrones, lámparas. Un par de cervezas y una eterna tarde de acomodo, ordenar ideas, limpieza interna y también externa. Trastes, toallas, zapatos, artículos personales, libros y un diario al cual no se le acaban las hojas. En fin, es un nuevo comienzo.
¡Ven a visitarme! Un día, una tarde, una noche, siempre serás bien recibido. : )
Entre tanto, entre poco, vamos adaptándonos.
Sólo quería contarles, sólo quería desahogarme.
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